Después de los incendios forestales del “Verano Negro” de 2019-2020 en Australia, las medidas satelitales mostraron una disminución en la capa de ozono estratosférico. Durante este tiempo, los científicos relacionaron la disminución del ozono al humo de los incendios que penetraron la estratosfera. Sin embargo, el rol de las partículas de humo en la química del ozono aún no estaba claro. En un artículo publicado en Nature, Susan Solomon y sus colegas muestran que si las partículas de humo, que contienen materia orgánica oxigenada y agua, son líquidas en la estratosfera, son capaces de absorber gas HCl y acomodar reacciones químicas con otros gases del “depósito de cloro” como ClONO2 y HOCl. De esta manera, pueden provocar el agotamiento del ozono de manera muy similar a otras partículas estratosféricas. A medida que los incendios forestales grandes se vuelven más comunes como resultado del cambio climático, este fenómeno puede retrasar la recuperación del “agujero de ozono” estratosférico.